-No sirve de nada llorar, no te vas a volver real por eso – observó Tweedledee; llorar es completamente inútil.
Alicia a través del espejo, IV
Cuando pueda hablar de lo que soy,
y conozca la invención de tu descanso
y logre alzar mi boca desmembrada;
- o si a caso dudo de los días, y el temor
me sobrevive como estela
(falso rastro, cuestionable por ser mío)-
clamaré con la afonía de las visiones,
de esa imagen que no dejas poseerse,
te heriré con estas uñas que no dañan
(pues sin armas me fundaste),
y juzgaré por esa llaga mentirosa
que tu sangre es la única viviente,
la única legítima…
que tu sangre es La Única.
Y con la fuerza de quien vive,
sobre el cuerpo del caído,
alzarás tu gran pupila;
y seré toda en ese instante:
conjetura de tu día
en tu párpado pesado.
Nombre Alma, está genial. Te amo besos.
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